Manifiesto de Orllie-Antoine I

Rey de Araucanía & Patagonia



King Orllie-Antoine I

* I *
Rey Orllie-Antoine I Entre todos los errores cometidos por algunos de los periódicos que trataron la cuestión de mis derechos al trono de Araucanía y Patagonia, hay dos que deseo subrayar, puesto que son capitales. Me han llamado " rey en excedencia " y han afirmado que sólo podría entrar en mis Estados con la intervención del gobierno francés. Empiezo por declarar que amo tanto a mi país que ni se me ocurre crearle problemas, y que sólo le pido el favor de aceptar de mi mano una colonia dotada de un clima uniformemente más templado que el de Francia, - donde no se oye hablar ni de epidemias, ni de fiebres, - rica en pastos, en bosques y en minas,- que cuenta con 452 leguas de costa en el océano Atlántico y casi lo mismo en el océano Pacífico, con una anchura media de 200 leguas. ¿Dónde se puede encontrar un país que ofrezca tanto espacio y tantos recursos para la emigración? Esta vasta tierra apenas tiene alrededor de dos millones de habitantes, y en ella se podrían establecer mercados importantes de lanas, pieles, metales, etc. En cuanto a las 800 leguas de costa, sería inútil subrayar su importancia. ¿Tendría un " rey excedente", este lenguaje, que no tiene nada de hiperbólico, como demostraré más tarde con argumentos concluyentes, - y mañana con hechos?

* II *

Ya que me obligan a ello, reproduzco aquí la protesta que yo mismo dirigí, el 27 de Enero de 1862, al encargado de los asuntos de potencias extranjeras en Chile, y que establece de la forma más perentoria la imprescriptibilidad de mis derechos: " Las autoridades de Chile me arrestaron y me retuvieron como prisionero en Los Ángeles. Argumentan como causa de mi detención el proyecto que presuntamente habría concebido para sublevar a los indios de Araucanía y ensañarlos contra Chile, para forzar a las poblaciones que se encuentran en la orilla izquierda del Bío-Bío a pasar a la orilla derecha.

"Protesto, ante usted y ante el mundo entero, que jamás tuvieron mis opiniones los discursos que se me atribuyen, ni nunca provoqué ninguna toma de armas contra Chile.

"Los miserables que me entregaron sólo tuvieron por móvil las 230 piastras (4,250 fr.) prometidas por el intendente Saavedra. Queriendo disfrazar su traición, han hecho mías las palabras de guerra pronunciadas por los Indios, que me repitieron en múltiples ocasiones que verían a los Chilenos como sus enemigos, mientras que las poblaciones de la orilla izquierda del Bío-Bío no se fueran a la orilla derecha, y que, si este movimiento no se hacía por las buenas, ellos lo ejecutarían a la fuerza. A lo que yo respondía que había que tener paciencia, y que tan pronto como fuera nombrado rey, yo lo arreglaría todo de forma amistosa."


Cornelio Saavedra


"Estas son, Señor, las únicas palabras que salieron de mis labios a este respecto. Protesto por ello, como lo he hecho desde mi arresto, contra la violación de mi libertad individual, contra la violación de mi persona y de los derechos que me asisten, tanto como particular como por mi condición de rey de Araucanía y Patagonia, finalmente contra la violación del derecho de las personas, considerando que cualquier pueblo nace o debe nacer libre por derecho natural, y puede disponer de sí mismo como quiera.

"Ahora bien los Indios de Araucanía y de Patagonia me proclamaron libremente su rey y adoptaron mi bandera azul, blanca y verde. Hicimos, ellos y yo mismo, aquello a lo que teníamos derecho, los Araucanianos y los Patagonos confiriéndome el poder, y yo aceptándolo.

"Chile nunca ha tenido ningún derecho sobres estos dos países, ni por conquista, ni por sumisión voluntaria; sus leyes han sido siempre desconocidas allí; por tanto, yo no podía violarlas ni directamente ni indirectamente.

"El gobierno chileno reconoce públicamente y solemnemente la independencia de Araucanía: diseña proyectos y establece planes de conquista. ¿Soñaría conquistarla si ya fuese suya? – Habla de fronteras entre Chile y Araucanía: ¿no establecen estos límites los puntos donde termina Chile?

"Todos los escritos referentes a Araucanía no hacen nada más que reconocer y consagrar su independencia. No existe un solo chileno que, en privado, no lo reconozca. Pero el gobierno alega la constitución: esta concede pura y simplemente Araucanía a Chile. De acuerdo, pero este artículo de la constitución sólo es una hoja muerta, puesto que Araucanía nunca lo ha suscrito, y que Chile no puede hacer que se adhiera a ella a la fuerza.

"Por tanto y de esta manera los Araucanianos, como los Patagonos, tenían el derecho de nombrarme su rey, y yo tenía el derecho de aceptar, para mí y los míos, el poder que me conferían, ellos, a los que ninguna nación había podido dominar."

* III *
¿Hay algo más claro y categórico? Añadía: "¡Qué importa el tiempo que he pasado en prisión! - Si no temiera que se confundiera el alcance de mis palabras y que la grandeza de los nombres no comprometiera la precisión de la comparación, diría para terminar: Louis XI después de la batalla de Peronne, y Francisco I después de la de Pavía, ¿eran menos reyes de Francia que antes?" El atentado que Chile ha perpetrado contra mí no ha podido mermar mis derechos; sólo ha suspendido el ejercicio de los mismos. En este momento, los pueblos que me han aclamado no sólo como rey, sino también como su salvador, sólo esperan mi regreso entre ellos para levantarse en masa y seguirme por la gran vía del progreso. Así queda zanjada la cuestión de la intervención. Mis Estados se me abren por todas partes y mis pueblos me llaman a través de la voz de sus caciques. ¿Por qué necesitaría rodearme de bayonetas?

* IV *
Lo que pido, no para asentar mi poder, sino para contribuir a la obra de civilización que he emprendido, es una emigración de hombres honestos. Llamo a aquellos entre los desheredados de la vieja Europa, cuya inteligencia o cuyos brazos permanecen inactivos por no tener un sitio al sol. A los unos les ofrezco funciones que no carecen de importancia; a los otros, tierras que serán de su propiedad y el dinero necesario para cubrir los primeros gastos de establecimiento. Se trata de una cruzada digna del siglo XIX, de la cruzada de la Idea y del Trabajo contra la Ignorancia.- Que se preparen los valientes: no les defraudaré. El viaje es largo, - es cruel dejar la madre patria, sin duda, ¡pero cuántas compensaciones a cambio! Aquí, el obrero pasa su vida luchando contra la miseria; allí, tiene asegurado el bienestar. Si el viejo procurador sorprendió al mundo por su repentina llegada al trono, aún le sorprenderá más con la superioridad del plan de colonización que propone inaugurar.
* V *
Mi última palabra. Las quejas que tengo contra Chile no harán que me desvíe de la línea que me he trazado. Conozco los deberes de mi posición, y espero que la república Suramericana entienda que tiene gran interés en mantener la paz con Araucanía y Patagonia. – No tengo intenciones de atacar, pero me mantendré firme en mis derechos.

En Paris, a 16 de Diciembre de 1863.
Orllie-Antoine I


El Rey Orllie-Antoine aclamado por los Jefes Araucanianos y Patagonos


Reino de Araucania y Patagonia 1